Y de repente llega la chispa. E inicia un fuego que pareciera querer consumirlo todo. Una fuente infinita de energía. Suficiente para iluminar toda una vida. Y llega la noche y su fuerza es tal que nada puede extinguirlo. Fuego en el pecho, fuego en el alma. Y a la mañana siguiente, el fuego se ha apagado. Y no importa que ya sea de día. La oscuridad vuelve a hacerse cargo.
Carpe Diem porque esos momentos son maravillosos.