El mejor día de Reyes de mi existencia. Salgo a la calle a dar un paseo con mi madre y nos encontramos con una señora gallega de 75 años que nos explica que hace tai-chi. Se nos une un otro señor gallego, amigo suyo, de 80 años, que cuenta que él hizo judo durante más de dos lustros. Empiezan a comparar llaves de artes marciales con demostración práctica en medio de la calle del Paseo. Finalmente el señor de 80 años intenta derribarme clavándome un dedo en la base del cuello. Adoro mi vida.
Atraes la violencia pero eso está bien, el movimiento siempre es bueno para los huesos.